En general, los bancos sugieren que si puedes destinar el 25% de tus ingresos mensuales al pago de un arriendo, es decir, una cuarta parte de tu sueldo (o de los sueldos si lo haces con tu cónyuge) para vivienda, es posible que puedas ser evaluado para contratar un crédito hipotecario. Incluso muchos bancos permiten que las personas que deseen acceder a un crédito hipotecario complementen sus ingresos con un tercero o un familiar cercano, siempre y cuando se evalúen los ingresos familiares conjuntamente, lo que les permite acceder al financiamiento de la vivienda.
¿Tienes capacidad de pago? Antes de responder esta pregunta, los expertos aconsejan elaborar un presupuesto mensual detallado que incluya gastos como alimentación, vivienda (si pagas un arriendo), cuentas básicas, entretenimiento, medicamentos, gastos médicos, gastos diarios, transporte y educación, entre otros. De esta manera, podrás identificar en qué áreas puedes ajustar tu presupuesto y recortar gastos que consideres innecesarios.
Además, es importante saber que los Bancos e instituciones financieras revisarán si eres sujeto de crédito y si cumples con los requisitos, como no tener deudas morosas.
Recuerda que a menor tasa, menor dividendo. Contar con una tasa más favorable te permitirá obtener un dividendo mensual más bajo y, por lo tanto, necesitarás una renta menor para cubrir este gasto. Por eso, siempre es recomendable cotizar el crédito para encontrar la mejor opción.